Por: Ramón Torres
Asegura una muy bien establecida frase abakuá que “todos los obane son efí, pero no todos los efí son obane”, refiriéndose a la presunta capital del territorio efí, a la cual corresponde Embemoró, Uriabón y Efí Bakuá, entre otras prestigiosas potencias cubanas.
Casi todos los testimonios de iniciados abakuá apuntan a Obane como un lugar cercano a la costa, o al menos ocupando la ribera de un río donde se tenía el embarcadero que servía para comercializar esclavos, sobre todo después que adquirió un punto álgido la trata negrera hacia el Nuevo Mundo. Es decir, se supone que la gente de Obane realizó lucrativos negocios con el europeo en ese sentido.
La etnóloga cubana Lydia Cabrera, en su voluminosa obra “La lengua sagrada de los ñáñigos” señala con varias entradas a Obane o Ubani como “el primer embarcadero del río en territorio de Efik. En él se sacramentó el primer Fundamento de Efik. Recibió el título de Efik—Abakuá. ‘Todas las Potencias de Obane adoran el mar”.
También dice esta autora que Obane es “el río de la ‘rama’ o tribu de los Efík” y, además una “capitanía de Efik”.
El investigador estadounidense Ivor Miller coloca a Obane, sin embargo, en un lugar más apartado de lo que suponen los iniciados abakuá, y considera que la voz procede de Oban, una localidad del interior.
“Ese Oban de Miller, que es ekoi (quá o ejagham, para más detalles) —explica Dowglas Reyes, quien realiza profundos estudios sobre la lengua abakuá y sus antecedentes africanos—, está hacia el norte, con ríos, pero sin costas. De ser cierta la clasificación de Miller, entonces Oban, u Obane, no tendría nada que ver con el poder que se le ha atribuido como tratantes, pues para la época los pueblos del interior tenían poco contacto con los comerciantes de Europa aunque sí ríos que los comunicaban, para no pecar de absolutos”.[i]
Una libreta ñáñiga que publica Enrique Sosa sí ubica a Ubani en el lugar que más o menos le corresponde al territorio en cuestión: al sur, en la costa. Por su parte, nuevas revelaciones, igual indican que ese pueblo es verídico, pero no vinculados a los efik/ibibios, sino a los aro/igbo, tan presentes en la región carabalí de Cross River e igual de fuertes en cuanto a cabildos con esa denominación en Cuba.[ii]
Nos dice William Kelechi Nwaogu, político nigeriano que se desempeña en el servicio civil del estado indígena de Rivers, en Abia, que la villa “Ibani o Bonny fue formada por Igbos de los clanes Ngwa-Ukwu, Asas, Ndoki e Ibibio (Ikot-Abasí en Akwa Ibom) mezclados con los aborígenes Ijo o Ijaw (Obolo o Andoni)”.
Por si hubiera alguna duda de quienes eran esos Ibani o Bonny, aclara más adelante:
“Mi padre narra que los ‘Obanis, Ubanis o Ibanis’, sus hermanos, solían visitar mi comunidad para actividades culturales (que representaba la herencia cultural e.g Ekpe, Ikoro, Okonko y otras), hasta que los detuvo la modernización, hace algunas décadas”.[iii]
De resultas, Ibani u Obani (Bonny) está en zona que comparten igbos e ijaw. Se trata de una ciudad y un área de gobierno local del estado de Rivers, habitada fundamentalmente por descendientes de esclavos igbo, frente a la isla del mismo nombre, Bonny.
Hay más. Según los abacuá, Embemoró es el termino de Obane, y Miller (nuevamente) considera que viene de Mbemon, muy lejos hacia el norte. Sin embargo hay otros Mbemon en territorio efut, justo en la frontera con Nigeria.
“La cuestión es que ‘mbemon’ no significa otra cosa que orilla —acota Dowglas—. Por eso el nombre figura en varios puntos de la geografía nigeriana e incluso en el Camerún, y no es raro que exista un Embemoró también entre la gente de Obane”.
Entonces, si entendemos a los obane como igbos, se despejarían muchas dudas respecto a la Sociedad Abakuá con una fuerte presencia de comunidades aro, que incluían a los orú.
Ello explicaría que la cruz dentro de un círculo con que firman los obane también se corresponda con territorio orú, más que con los efí, quienes lo hacen solo con una cruz, mientras los efó usan únicamente el óvalo. Eso, al menos, es lo que afirma Enrique Sosa Rodríguez en su ensayo “Los ñáñigos” y Lydia Cabrera en “La Sociedad Secreta Abakuá” y “Anaforuana”.
Desde luego, estas son solo hipótesis que ameritan mayor número de pruebas; pero, definitivamente, quedaría aclarado que el Obane y Orú de los abakuá cubanos provienen de un mismo origen, y que no son tan efí como se les supone todavía, sino de territorio igbo.
De todas formas, la tradición no cambia la esencia porque se demuestren nuevos descubrimientos relacionados con el mito ñáñigo. Los iniciados seguirán manteniendo su liturgia tan y como la aprendieron de sus mayores, lo cual marca el sentido de identidad. Las evidencias que proponemos solo sirven para demostrar que detrás de toda la mitología abakuá hay una historia que todavía está por escribirse.
[i] Dowglas Reyes es un cubano radicado en Mallorca. Su colaboración ha sido imprescindible para elaborar el presente texto, debido al conocimiento que atesora sobre la región de Cross River y las múltiples lenguas que se hablan en la región.
[ii] Tanto Ortiz, como Pedro Deschamps y la doctora María del Carmen Barcia dan cuenta de numerosísimos cabildos habaneros con denominaciones igbo.
[iii] Nwaogu William Kelechi. “Igbo and Niger-Delta peoples’s historical, linguistic, cultural and DNA evidences”. En https://www.academia.edu/38979244/
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