jueves, 31 de agosto de 2023

Todos somos afrodescendientes

 Por: Ramón Torres

 

Desde 2021, la hermana nación costarricense sugirió a la ONU dedicar el 31 de agosto como Día Internacional de los Afrodescendientes, para resaltar el aporte de África y su diáspora alrededor del mundo y combatir cualquier forma discriminatoria. Según el puertorriqueño, doctor Agustín Lao Montes:

El término Afrodescendiente hay entenderlo en este sentido como las y los descendientes de la trata esclavista, la explotación capitalista, el saqueo imperial del Continente Americano, y la desvalorización cultural y deshumanización de los pueblos e individuos clasificados como Negros y Negras (…). Es en ese sentido, quintaesencialmente político, es que se consolidó el término Afrodescendiente como una identidad política estratégica e inclusiva en el camino Afrolatinoamericano hacia Durbán.

Así es como se maneja en demarcación política; pero, a decir verdad, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese, afrodescendientes somos todos. Lo prueba el hecho de que los seres humanos se originaron en África. Lo que mueve al debate de los arqueólogos no descansa en eso entonces, sino en cuándo exactamente nuestros primeros antepasados abandonaron el Continente Negro y cómo se extendieron por el mundo.

Dos fósiles encontrados en una cueva del norte de Laos avalan que el Homo sapiens, nuestra especie, vivía en la región hace unos 86.000 años, lo cual echa por tierra las suposiciones de menos tiempos (entre 50.000 y 60.000 años atrás), de acuerdo con los análisis de ADN de poblaciones humanas actuales.

El problema radica en que la datación de los fósiles por radiocarbono permite hacerlo con restos de hace unos 46.000 años, pero un número creciente de restos humanos antiguos descubiertos en China y Levante demuestran que este capítulo de la historia humana es más complicado de lo que se pensaba.

Ahora bien, lo que se discute ahora es la posibilidad de migraciones desde África anteriores a lo imaginado hasta el momento, pues quizás estas no tuvieron mucho éxito y aportaron poco genéticamente a las poblaciones modernas.

También un fragmento de mandíbula y dos molares descubiertos en la cueva de Zhihendong, provincia de Guizhou  (China) son atribuidos por sus características morfológicas a la especie Homo sapiens y, datados por la series del Uranio-Thorio, se ha obtenido una antigüedad de entre 100.000 y 113.000 años.

Hasta ahora, sabemos que los humanos anatómicamente modernos salimos de África hacia los 100.000 años y con toda probabilidad llegamos a Australasia entre hace 50.000 - 60.000 años —dice el director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, Eudald Carbonell, en un texto publicado hará algunos años;  mientras esto no ocurre, los homínidos que pueblan los territorios son Homo neanderthalensis, en Europa y Asia central, y Homo erectus en el resto de Asia.

Los últimos análisis en poblaciones actuales de Euroasia han constatado que hace unos 90.000 mil años primero, y unos 35.000 después, hubo contactos entre el Homo sapiens y los  Homo neanderthalensis. Los neandertales figuran como una de las últimas subespecies del género Homo, surgieron hace al menos 200 mil años, durante la época del Pleistoceno y habitaron Eurasia, pero se insiste, nuestro antepasado viene de África.

Ello explica el viraje generado en cuanto al llamado “Hombre de Hielo”, el Ötzi, asesinado hace algo más de 5.100 años en los Alpes, pues siempre se le había representado como a un hombre melenudo y de piel y ojos claros, y ahora las nuevas técnicas de secuenciación masiva de ADN lo reflejan tal cual fue: con una calvicie prematura masculina y rasgos fenotípicos como alta pigmentación de la piel y ojos de color oscuro. 

 

El Otzi, con pigmentación oscura y prematura calvicie

La descripción antigua estaba indudablemente europizada. Hoy el aspecto de Ötzi encaja perfectamente en la Europa central y occidental de hace 8.000 años, cuando la mayoría de los habitantes de este continente era de piel muy oscura y estaban mucho más cercanos a sus antepasados africanos. La piel de los europeos se fue volviendo más clara en los milenios siguientes debido a los movimientos migratorios hacia el oeste de los grupos pastores esteparios. De resultas, todo el conglomerado humano es afrodescendiente.

Sin embargo, el término tiene múltiples lecturas. Por un lado, a juzgar por los estudios genéticos, históricos, biológicos, antropológicos más avanzados de hoy día, afrodescendientes somos todos, si partimos de que en África se encuentra la cuna de la humanidad.

Como fenómeno cultural, ya el vocablo se restriñe, y tiene matices más o menos delimitados al presumirse afrodescendiente todo aquello venido de África y su diáspora por el mundo. Pero, generalmente se considera dentro de esta categoría al sustrato negro, subsahariano, quedando fuera el África bereber, los tuaregs, los egipcios, la comunidad arabesca del norte.

De cualquier manera, se sabe de la dimensión política asumida para autorreconocer la afrodescendencia, pues en rigor —parafraseando al himno de la Internacional— “el hombre del hombre es hermano”.

Fuentes consultadas:

O, Montes, Agustín la. “Crear un gran Palenque cósmico”. En La Jiribilla, año XI, 22 al 28 des sep. de 2012

Carbonell, Eudald. “¿Homo sapiens en Asia hace 100.000 años?”. En https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/sapiens/2011/01/08/, consultado el 30 de agosto de 2023.

Milo, Alberot. “¿Cómo eran los neandentales y por qué se extinguieron?” En National Geographic en Español,  27 de marzo de 2023.