Solidaridad abakuá con hermanos de Matanzas

Por: Consejo Provincial de La Habana

 

Miembros de la institución abakuá de La Habana estampan su firma de colaboración con el pueblo matancero

Una vez más los miembros de la Sociedad Abakuá de La Habana se muestran solidarios, contribuyentes, plenos. Ahora les tocó con sus hermanos matanceros.

Hace apenas tres meses, luego de una explosión que conmovió a la capital el 6 de mayo en el hotel Saratoga, el pueblo cubano todo no tuvo reparos en ofrecer señales de apoyo, condolencias y algunos, entre los que se sumaban iniciados de la agrupación religioso-mutualista abakuá, aportaron colaboración en dinero y materiales para los damnificados.

Jóvenes alegres, pero también responsables y solidarios de la hermandad

Hoy, ante otra calamidad de tal naturaleza, vuelven los abakuá a ser fraternales, amigos, fraternos y donan el dinero que no tienen en función de quien en realidad lo necesita.

Y no lo hacen para ganar puntos ni con acento arribista. Tampoco para que los medios los ensalcen, pues no están acostumbrados a ese tipo de propaganda. Al contrario, siempre se les ha tildado de “ñáñigos” irresponsables e inhumanos; sin embargo, en su esencia está la ayuda mutua, y desde su surgimiento en la etapa colonial tuvieron a bien contribuir en la coartación de algún esclavo, atenderlo en caso de enfermedad o encargarse de su entierro.

 

Algunas de las firmas recogidas y el monto solidario

Por eso no asombra que una institución cuyo funcionamiento data de principios del siglo XIX con estas características en La Habana y Matanzas, se preocupe ahora por el bienestar y la seguridad de sus coterráneos afectados en la llamada Atenas de Cuba, luego del siniestro evento que generó llamaradas, tragedia y muerte.

Estos abakuá dejan de ser anónimos, y aunque la actividad es grupal, sus firmas e imágenes, su acción desinteresada, quedarán en el recuerdo de muchísimos cubanos agradecidos.