jueves, 2 de junio de 2022

Amoako Boafa: Donde pintar es resolver un problema

 

De “restituir” a la casa de subasta Christie’s

Por: Pascalle Riou

 

Si restituir el arte africano espoliado en tiempos de la monstruosa maquinaria colonial  es un puente hacia la comprensión y el reconocimiento de los errores y de las  injusticias del pasado y a la vez un puente hacia el tejido de nuevas relaciones entre Europa y Africa (cf artículos Restituir 1 y 2 en este mismo blog),  los jóvenes artistas africanos andan construyendo las fundaciones de un futuro que integra y  analiza el pasado y el presente con miradas personales y enfoques novedosos,  afirmándose como conscientes figuras del arte contemporáneo y  protagonistas activos en el mercado mundial dentro del sector.

La galerista y marchante de obras de arte franco-somalí Marianne Ibrahim (galerías en Chicago y París) subraya la calidad del nuevo lenguaje visual sobre la piel negra que propone Amoako Boafa, nacido en la ciudad de Accra (Ghana) el 10 de mayo 1983.

 

Con sus manos y dedos Amoako esculpe la pintura para transmitir una “visión orgánica y veteada de la piel negra”  y hace resaltar lo que late “debajo de la piel”.

—Mi idea es representar, documentar, celebrar, mostrar nuevas maneras de enfocar el concepto de  blackness —dice el pintor—. Me gustan  las expresiones faciales, las miradas y las preguntas en  las caras, y la ropa y la moda.

Sus delicadas figuras, siempre serenas y luminosas, pintadas con matices de azul, rojo y pardo entrañan mensajes potentes y aspiran a un cambio.

Marianne Ibrahim relaciona la emergencia de los artistas africanos con el Momentum que estamos viviendo acerca de la cuestión negra: ningún país puede despojarse de su responsabilidad, de su implicación en el negocio de los africanos, en el proceso de la esclavitud  y en la colonización, y muchas naciones se replantean sus relaciones con África.

Hans Peter, director del Leopold Museum (Viena, Austria) también insiste en los vínculos entre la pintura de Amoako Boafa con el movimiento Black lifes matter, surgido hacia 2013 en los Estados Unidos dentro de la actual y esencial confrontación política con las poco gloriosas realidades del pasado y sus consecuencias.

 

Amoako Boafa, quien como artista emergente comenzó presentando su trabajo en su cuenta Instagram, vendiendo una obra por mes, llegó a ser una estrella del arte contemporáneo cuando en 2020 la casa Christie´s de Londres subastó en apenas dos minutos un retrato del futbolista senegalés Baba Diop por asombroso precio de 780 mil euros. 

Por su parte, el director artístico de la casa Dior, Kim Jones, le propuso participar en la creación de una nueva colección, a lo cual Amoako no rehúso argumentando:

—Me  gusta la moda. En mis cuadros hay moda. La moda habla sin comentarios.

El artista sigue su camino artístico, pintando para resolver el problema que representa  “la tela, el papel, cualquier superficie”, imponiendo sus condiciones y convicciones, asociando siempre en las residencias de artistas y proyectos al colectivo de artistas africanos que trabajan y evolucionan con él, negándose a aceptar los pedidos de obras con “formatos que se venden”, esperando ganar cada vez más “fama y valor en el mercado” para al fin colocarse como “una figura en la historia del arte “, tal vez resolviendo así las asperezas y los desequilibrios engendrados por los extravíos del pasado.

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