Por: Ramón Torres
La embajadora del Congo junto a Alberto Granado, director de la Casa de África |
La embajadora de la República del Congo en
Cuba, profesora Rosalie Kama-Niamayoua, realizó una visita al Museo Casa de
África de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, en ocasión del
aniversario 58 de la independencia de esa nación africana.
La embajadora pudo apreciar obras artísticas
de su país coleccionadas en la institución, la mayoría llegadas a través de
donaciones congolesas interesadas en mantener los vínculos ancestrales y
camaderiles entre ambos pueblos.
A Cuba y el Congo les unen profundos
sentimientos de hermandad, pues miles de bantúes fueron arrancados de sus
tierras para venderlos como esclavos en el Nuevo Mundo por la codicia europea,
que estimuló una economía de plantación y el empleo de mano de obra negra.
De los bantúes o congo nos viene la herencia
de Malongo o Palo Monte, una de las religiones populares más extendidas a lo
largo y ancho de la Isla caribeña.
El Palo Monte, en sus variantes Mayombe,
Briyumba y Quimbisa, forma, junto al Complejo de Ocha/Ifá (yoruba) y la
Sociedad Abakuá (carabalí), la trilogía
de grupos religiosos de mayor importancia para entender la cultura cubana.
Los lazos de hermandad que unen a los dos
pueblos se materializan aún más, porque no pocos cubanos han ido a tierras
congolesas en misiones internacionalistas, del mismo modo que Cuba ha recibido
en estos últimos años a cientos de educandos de esa región africana.
Ólea sobre lienzo de, de Gotene, dela escuela congolesa Poto-Poto |
Estudiantes congoleses declamaron poemas,
cantaron, bailaron, montaron una obra teatral y modelaron con vestidos
tradicionales y modernos, como parte de la jornada de recibimiento a la
embajadora y al aniversario de la declaración de independencia de su país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario