jueves, 5 de mayo de 2022

Oficio de matrona

 Por: Ramón Torres

 

Este 5 de mayo de 2022, la Unión Internacional de Matronas cumple su centenario desde su creación en Bélgica, por lo que se prevé celebrar el acontecimiento no un solo día, sino a lo largo de todo el año  con distintas actividades.

Una de las iniciativas fundamentales para el festejo descansa en la invitación para que las personas aporten sus experiencias, ya sea subiendo a las distintas redes sociales algún material informativo como un artículo, una imagen o video alusivo a este interesante tema, o agregándole etiquetas.

Las matronas o parteras son las profesionales de la sanidad que mejor preparadas están para atender el embarazo y el parto, y su día fue declarado por la ONU con el objetivo de valorar y reconocer el valor de estas en el momento de atender a las mujeres embarazadas y el posterior nacimiento de los bebés.

En Cuba, específicamente durante la etapa colonial, la profesión era ejercida mayoritaria por mujeres negras y mestizas. Sin embargo, el régimen de aquella época hizo tales distinciones, que el periódico Diario de la Habana comentaba en un artículo:

Era verdad muy doloroso el saber que en todas partes del globo civilizado el arte de partear estaba considerado entre las profesiones honrosas, y que solamente, en la isla de Cuba por una inveterada costumbre, originada tal vez de la escasez de personas blancas en las poblaciones nacientes, estuviese degradada y abandonada del todo a las mujeres de color más miserables y desvalidas de la ciudad.[i]

De acuerdo con el investigador Pedro Deschamps, el poder reinante se empeñaba en marcar las diferencias raciales. Por ello asegura el mencionado autor en su trascendental ensayo Contribución a la Historia de la gente si historia:

Días antes, el periódico había participado a sus lectores la instalación de la Academia de Parteras en el Hospital de Mujeres de San Francisco de Paula y exhortaba a ingresar en la misma, que si bien no establecía limitaciones por razón de color, mantenía la política separatista de las escuelas de instrucción primaria y fijaba diferentes días para las alumnas blancas y las de color.[ii]

No pocos autores se han referido a la importante presencia en la esfera de los servicios por parte de la mujer negra en la colonia, sobre todo por su condición racial y de género, cuyas oportunidades de empleo resultaban muy restringidas. Pero, el hecho de ser matronas las colocaba en una posición de cierto privilegio, pues como apunta la historiadora Oilda Hevia:

(…) las parteras, ocupadas no solo en el acto del nacimiento de una criatura, sino también, por sus conocimientos, en muchos otros aspectos relacionados con la vida íntima de las mujeres. Respecto a estos (…) desempeños es válido destacar que, si bien no les proporcionaron grandes ingresos a aquellas que los ejercieron, sí les dieron prestigio social. Probablemente porque, a diferencia de los otros, requerían cierto grado de instrucción”.[iii]

Hoy, la situación de las féminas ha cambiado ostensiblemente en Cuba. De hecho, las intervenciones en el terreno de la Salud Pública han permitido una casi desaparición del oficio referido, y la mayoría de los recién nacidos ve la luz en centros especializados. Sin embargo, no en todo el resto del mundo ocurre exactamente igual. Todavía hay lugares donde las matronas dan asistencia a las mujeres que deciden dar a luz fuera de las clínicas o recintos asistenciales.

Estas profesionales, debidamente entrenadas y capacitadas para atender el parto desde la comodidad y la privacidad de los hogares de quienes lo requieran merecen el respeto en cualquier latitud del planeta. Por eso, más allá de las penurias de antaño, también la Antilla mayor se suma a la celebración, pues aunque con nombres diferente, siguen contribuyendo al nacimiento aún en hospitales, donde se han contribuido a disminuir cada vez más d de mortalidad infantil entre los nacidos vivos.



[i] “Bien público”. En Diario de la Habana, 6 de febrero de 1828

[ii] Deschamps Chapeaux, Pedro. Contribución a la Historia de la gente sin historia. Cimarrones, propietarios y morenos libres. Ed. Ciencias Sociales/Ed. Historia. La Habana, 2013, p. 77.

[iii] Hevia, Oilda. “La mujer negra en La Habana colonial (siglos XVI-XVIII)”. En Presencia negra en la cultura cubana. Ed. Sensemayá, La Habana, 2015, p. 102.

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